Crónicas : Diamond Dogs + Babylon Rockets



SALA 12 Y MEDIO, MURCIA - (24/02/09)




Programar un concierto un martes con fútbol televisado, es un tanto arriesgado, si sumamos que al día siguiente la mayoría trabaja, se antoja más arriesgado aún, a pesar de todos estos inconvenientes la sala tuvo una buena entrada (supongo que el promotor y dueño de la sala no pensarán lo mismo).


El publico que se congregó para disfrutar de una noche de Rock con sabor añejo disfruto de un buen espectáculo por partida doble. Por un lado los Valencianos BABYLON ROCKERS embarcados en la parte final de la gira CONSPIRACITOUR 2008-09 que les ha llevado por la mitad de España, presentando por estas tierras el disco CONSPIRACITY. Dignos escuderos de los suecos con un gran concierto, corto pero intenso. A pesar de no haberlos escuchado nunca me causaron una grata impresión dándome la sensación de llevar mucho tiempo escuchándolos.

Ejecutan un Rock stoniano, con mucha clase. Espero que vuelvan por aquí próximamente. Por otro lado, los Suecos DIAMOND DOGS, perros viejos en esto del Rock, perros viejos con sangre nueva, salvo voz, teclados y saxo. La banda actualmente está compuesta por Sulo Voz, Duke of Honk teclados, Magic Gunnarsson saxo, Tronsson guitarra- Johannes Nordell guitarra y Bobby Lindström bajo- International Fred bateria. Tras los ochos conciertos que van a realizar en España pretenden, según fuentes oficiales, publicar un disco en directo, y por lo visto en el escenario de la 12 y medio debe de sonar muy bien. Los Diamond Dogs se caracterizan por un sonido clásico de bandas como los Faces, Stones, Rod Steward, Sam Cooke, y muchos otros, sobretodo destaca el parecido en la forma de cantar, gestos, moverse por el escenario, vestuario, etc con Rod Steward, se puede decir que es su primo sueco.



A pesar de ser un clon, Sulo tiene carisma, buena voz y maneja a su antojo a la banda dirigiéndola con su traje a rayas, lo dicho, perros viejos en esto del rock. Permitiéndose la licencia de subirse a la barra de la sala haciendo su “Dog Walk” y cantar desde allí secundado por Nordell a la guitarra sentado junto a la misma barra, como en el bar de la esquina en noche de excesos alcoholicos. Desgranaron tema tras tema sus últimos discos, aderezado con alguna versión de sus adorados Small Faces. El sonido les acompañó durante toda la actuación, destacando la labor del teclista Duke of Honk recostado en una silla con el órgano sobre las piernas, como si estuviera en su casa viendo la tele… realmente curioso, todo un personaje. Lo dicho un buen concierto que los que tuvimos la suerte de ver lo disfrutamos.


Texto: Bartolomé Iborra Lozano

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